24 diciembre 2006

Antagónicos perfectos - Simpática Noviembre 2006

Es curioso la de cosas que pueden pasarle a uno y como se concatenan unas con otras aunque aparentemente no tengan nada en común. ¿No es curioso que antes de dormir esté la vigilia y esta vuelva después del sueño, con lo antagónicos que son?

Igual nos pasa muchas veces en nuestras vidas. A veces tenemos un accidente con el coche y salimos todo airados dispuestos a comernos el mundo, entonces, justo delante de nosotros, una cara desconocida nos parece lo mejor que jamás hemos visto y además sabemos que lo mismo le sucede a la otra persona. ¿Quién podría pensar que tras un hecho brusco y violento se escondan montones de momentos de felicidad?


¿Quién no ha tenido una resaca de órdago después de una de las mejores noches de juerga?

¿Quién no se ha reído como un descosido después de una de las mayores y más tontas leches de su vida?

¿Quién no ha perdido el autobús y luego ha tenido un día perfecto?

Pues eso es lo bueno de la vida. Saber que después de algo malo nos puede llegar algo muy bueno, no solo hace que no nos cabreemos por lo malo, y nos ahorremos una úlcera, sino que muy probablemente veamos como muy bueno algo que solamente es normal o como mucho medianamente bueno. Es una artimaña del cerebro para hacernos más felices y solo tenemos que aprender a realizar nuestra artimaña y dejarnos llevar…

Que tu cerebro te engañe felizmente…