24 diciembre 2006

Antagónicos perfectos - Simpática Noviembre 2006

Es curioso la de cosas que pueden pasarle a uno y como se concatenan unas con otras aunque aparentemente no tengan nada en común. ¿No es curioso que antes de dormir esté la vigilia y esta vuelva después del sueño, con lo antagónicos que son?

Igual nos pasa muchas veces en nuestras vidas. A veces tenemos un accidente con el coche y salimos todo airados dispuestos a comernos el mundo, entonces, justo delante de nosotros, una cara desconocida nos parece lo mejor que jamás hemos visto y además sabemos que lo mismo le sucede a la otra persona. ¿Quién podría pensar que tras un hecho brusco y violento se escondan montones de momentos de felicidad?


¿Quién no ha tenido una resaca de órdago después de una de las mejores noches de juerga?

¿Quién no se ha reído como un descosido después de una de las mayores y más tontas leches de su vida?

¿Quién no ha perdido el autobús y luego ha tenido un día perfecto?

Pues eso es lo bueno de la vida. Saber que después de algo malo nos puede llegar algo muy bueno, no solo hace que no nos cabreemos por lo malo, y nos ahorremos una úlcera, sino que muy probablemente veamos como muy bueno algo que solamente es normal o como mucho medianamente bueno. Es una artimaña del cerebro para hacernos más felices y solo tenemos que aprender a realizar nuestra artimaña y dejarnos llevar…

Que tu cerebro te engañe felizmente…

23 diciembre 2006

La más baja clase social - Central Noviembre 2006

Este mes quiero hablar de la más baja clase social. En ella no se encuentran los pobres, ni los trabajadores sin cualificar, ni los que no tienen para el alquiler o para la hipoteca, ni los que piden o incluso los que roban.

Esta clase social tiene dinero, tiene “estatus”, tiene poder, tiene la información y el conocimiento, y sobre todo, tiene el despotismo.

En esta clase social te encuentras muchas ideologías, de izquierdas y de derechas, pero en el fondo todos son conservadores: Quieren conservar el poder.

Es la única clase social que vive a costa de todos y somos tan tontos que nosotros se lo damos todo. Ellos tienen en sus manos nuestros futuros y encima les estamos agradecidos, nos peleamos por ellos y nos emocionamos de sus triunfos. ¡Tontos somos!


Hacen y deshacen y no destacan por lo que tienen, que es mucho aunque mucho malo y todo para ellos, sino por lo que no tienen: honradez, solidaridad, trabajo, etc.

Sus reglas pretenden que solo nos afecten a los demás. Nos roban y no lo sabemos; pero a veces nos roban y lo sabemos, pero se lo permitimos. Se acercan al dinero y huyen del resto. No les importa su moral ni su doctrina, solo su fin y sus objetivos.

Su sangre es fría. Son grandes actores, sobre todo cuando pretenden hacernos creer que se pelean y a los cinco minutos están todos juntos “almorzando”. Estúpida tontería usar la palabra almorzar cuando es hora de comer dos buenos platos y el postre y no de tomar la fruta o el bocadillo, que si es antes del mediodía sí que es almorzar, y no lo que ellos hacen.

Qué pronto se ensucian las manos, qué pronto olvidan y destierran sus principios, sus tradicionales principios, para tener uno único, una única forma de vida, un solo objetivo: Llenarse sus bolsillo.
Ya saben de qué clase les hablo, sí, efectivamente, les hablo de la MARAVILLOSA CLASE POLÍTICA

Mundos quebrados - Seria Noviembre 2006

Extrañas cosas pasan a lo largo de nuestras vidas. A veces son tan extrañas que jamás sabemos de ellas. Vivimos en nuestros mundos, en los mundos de YO y nos hacemos ciegos para no ver los otros mundos, TU mundo.

Sería tan fácil como mirarnos a los ojos y leer lo que ellos dicen. Unas veces felicidad, otras preocupación y otras tristeza. Pero para ver los ojos de los demás primero debemos abrir los nuestros.


Últimamente estoy preocupado. He conocido el mundo de otra persona y es un mundo doloroso. Se que es un mundo que fue feliz y se que es un mundo que lo volverá a ser, pero lo será solo si mi mundo y el suyo interactúan y se solidarizan.
Aún tengo la mirada de sus ojos, rojos, semillorosos y cansados de a penas haber dormido en toda la noche. Aún me preocupa esa mirada y creo poder hacer algo… y quiero hacerlo.

Suspiro porque mi mundo nunca se convierta en pesadilla como el suyo, pero aspiro a que si un día mi mundo es cruel, haya alguien que me ofrezca otro más cálido, confortable y amable, que haga el mío al menos habitable.

Pero sobre todo sueño porque todos compartamos nuestros mundos y nos ayudemos, porque si no somos capaces de ayudar a nuestro compañero, como pretendemos empatizar con personas de muy lejanos mundos…

Solo espero, compañero, que todo te vaya mejor de ahora en adelante… y espero que cuentes conmigo.

Al amigo del barrio 4…