19 noviembre 2006

La otra tele - Simpática Octubre 2004

Y cuando digo la otra tele, no me refiero a esos programas que todos decimos pedir y luego casi ninguno ve. No.
Me refiero a la tele de los anuncios. Sí, no hay nada más divertido, más interesante o más ameno en la tele, que la tele de los anuncios.

En los anuncios recordamos que la capital de Bulgaria tiene 5 letras... sí, claro, Sofía.

Que ahora llevar la ropa manchada, por ejemplo de vino, no es ningún problema, todo lo contrario, es estilo.

Que al lavarte el pelo con las frutas (¿frutas?) apropiadas alcanzarás un orgasmo (por no decir que harás hablar a los monos).

Que los mosquitos hacen “surfing” en los parabrisas de los coches, y claro los coches ya no son un medio de transporte, sino un elemento para ligar, para ser el centro de atención, escuchar música y, ah sí, una cabina de teléfonos desde el que llamar a tus amigos, claro.

Que no importa lo feo o fea que seas o incluso lo mucho y mal que te huela el sudor, que esa colonia y ese desodorante harán milagros. Y ligarás todo lo que quieras. Porque ¿quién duda de que la tía se te pega el sábado por la colonia y no por el pedo que lleva?

Que si eres niño has de hablar a toda velocidad, como los anuncios micromachine

Y que la leche es el alimento menos nutritivo que te puedas echar al cuerpo, a no ser que sea con hierro, vitaminas, aminoácidos, y como las pizzas, con el doble de calcio, que si no nos quedamos sin huesos.

Pero lo que realmente no nos podemos perder son los anuncios de la ONCE con sus canciones del verano y sus poetas de otoño:
¡Toda una experiencia para nuestros oidos!