19 noviembre 2006

Información: Pregúnteme - Simpática Noviembre 2004

Estoy convencido del buen trabajo de los servicios de información. Bueno, o casi.
Pero no me refiero a los servicios secretos, no. Me estoy refiriendo a los puestos y teléfonos de información.
Hablo de esa señorita que se encuentra en la estación de Atocha de Madrid, y cuando tú le preguntas te pone mala cara y te da una contestación a medias, con lo que finalmente acabas preguntando uno por uno a todos los habituales pasajeros.
También hablo del muchacho que medio sonriente, pero con los ojos hinchados después de toda una mañana repitiendo lo mismo, te dice:
“Ya se lo que pone en el papel, pero no. Le repito que aunque aquí ponga que se valorarán estos cursos, la verdad es que no puntúan” (¿Repito? Pero si es la primera vez que le pregunto...)
¿Y la vocecilla del teléfono? ¿Y la música del teléfono? ¿Y otra vez la vocecilla? ¡¡¡Y otra más la música!!!
¡¡¡ESTO ME ESTÁ EMPEZANDO A TOCAR LOS HUEVOS!!!
Claro que tú mismo lo has dicho: “me está empezando a tocar”. Porque luego te van pasando de departamento en departamento y de sección en sección y no veas lo que jode repetir 8 veces el mismo problema.
¿Y lo que jode que se arregle apagando y encendiendo el ordenador?

Queremos vivir sin ellos, pero no podemos. Ellos quisieran vivir sin nosotros, pero tampoco pueden.
Seguro estoy de que, aunque no lo parezca, hacen el 100%.